CAJÓN DE SASTRE DE UNA HORMIGA DISIDENTE







miércoles, 20 de enero de 2010

EL OTRO ERES TU



Las palabras que nunca hubiera pensado que pronunciaría tu boca surgieron sin problema, sin titubeos, claras y firmes aunque llenas de dolor. También siento dolor al escucharlas pero es un dolor feliz. Porque has sido capaz de verbalizar, de reconocer una situación sin culpar a nadie ni culparte a tí mismo.


¿Es un primer paso al fin? ¿El inicio de la transformación? ¿La necesidad que empuja a la inercia? No lo se, quizá se quede ahí pero es un paso, solo uno pero inmenso.


Un alivio saber que podemos pasar otro desierto, otra crucifixión y otra muerte más. Que aunque estemos tan lejos mentalmente, a pesar de todas las dificultades inmensas y del sufrimiento eterno e intrínseco del amor, nuestras almas están unidas. Da igual dónde estemos, lo que seamos o lo que hagamos.


Da igual que no nos demos cuenta siquiera de que el otro somos nosotros, eso no tiene importancia porque
EL OTRO ERES TU, SIEMPRE ERES TU.
***
MCD, 01-10
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5 comentarios:

Darío dijo...

Me encanta esta extroversión, y me gusta, muy especialmente el final. La idea que redondea todo, la del otro. La importancia del otro. Un beso.

Mercedes Thepinkant dijo...

Muchas gracias Pulgarcito.
La verdad es que resulta terapéutico poder expresar los sentimientos.
La necesidad de poner en orden las palabras para intentar transmitir porciones de uno mismo ayuda a ordenar la mente, a utilizarla para comprendernos y para poder seguir adelante.

Eastriver dijo...

Lo que más me gusta, también a mí, es el final porque es donde vemos que no existe la rendición: Un alivio saber que podemos pasar otro desierto... Qué alivio sí, ser valientes y actuar con el corazón.

Josep Galbas dijo...

Entre todo el dolor y entre el desencuentro que nos acompaña a veces, siempre veo en tí la llama del amor. Amor que alimenta su brasa con esos pequeños encuentros en el desencuentro. Que reconfortante resulta ver un atisbo de movimiento. !Movimiento por fin¡ aunque sea tan poquito. Uno se ilusiona pensando que es posible, que el cambio se acerca a pesar de los negros nubarrones que se ciernen. Y por encima de todo, sigue brillando un amor como el loto entre la ciénaga. Puro, ajeno a lo sucio que le rodea.
Un abrazo de hermano,

felicitaslaura dijo...

Preciosa entrada.

Cada uno puede pensar, debe pensar en solitario pero en lo amoroso pertenecemos a una misma esencia.

"Da igual dónde estemos, lo que seamos o lo que hagamos"

¡Qué hermoso!