El grupo irlandés U2 arrancó anoche su gira 360º en el Camp Nou de Barcelona ante 90.000 personas, concierto en el que Bono dedicó la canción 'Angel of Harlem' al fallecido Michael Jackson, que fue "un gran talento", e incluso sustituyó el estribillo por el de 'Man in the mirror', compuesta por el rey del pop.
Bono también quiso conmemorar el 40 aniversario de la llegada del hombre a la luna conectando con una estación espacial en órbita, cuyo comandante aseguró que son como un pequeño planeta en el que incluso reciclan el agua, a lo que el líder de U2 respondió que entonces lo de reciclar lo llevan "mejor que aquí". Las conversaciones se iban traduciendo a tiempo real en catalán en la enorme y extensible pantalla circular de leds que estaba suspendida sobre el escenario.
"Hoy cantamos para ella", rezaba la pantalla mientras sonaba 'MLK' y la pasarela se llenaba de voluntarios cubiertos con máscaras de la líder Aung San Suu Kyi, elegida democráticamente en 1990 para dirigir Birmania, pero víctima de arresto desde ese día. Los asistentes al concierto con acceso a asiento también encontraron en ellos una máscara para ponérsela durante esta canción y clamar así contra esa injusticia.
http://www.lasextanoticias.com/noticia/u2/revoluciona/barcelona/487151
El entrenador del Barça, Gaudí, Michael Jackson, los astronautas de la Estación Espacial Internacional, premios Nobel de la Paz de Birmania Aung San Suu Kyi y de Sudáfrica, Desmond Tutu y decenas de barceloneses besándose fueron los otros protagonistas del concierto.
Una pandilla ecléctica acorde con el carácter mesiánico (para todos los públicos) de un concierto que, además de hacer vibrar al público con himnos como Sunday Bloody Sunday, One o With or Without You, también pretendió tocar conciencias con mensajes de paz y defensa de los derechos humanos, ecologistas e incluso espirituales.
Desmond Tutu, el pastor que lideró la lucha contra el apartheid junto a Nelson Mandela, predicó desde la pantalla gigante un combativo mensaje de paz, reconciliación y solidaridad, asegurando que sólo la ciencia terminará con las enfermades que asolan África: el Sida y la malaria.
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