"De modo general, distinguimos tres categorías de individuos: aquellos cuyo intelecto es completamente obtuso; aquellos cuyo intelecto es de calidad media, abierto a la comprensión de algunas verdades particularmente evidentes, y aquellos dotados de un intelecto equipado en forma superior para las percepciones agudas, aptos para penetrar bajo la superficie del mundo de los fenómenos físicos como bajo la de los fenómenos mentales y capaces de aprehender las causas que obran en ellos.
Basta encaminar la atención de estos últimos, basta decirles: 'mire por ese lado, considere esto', y disciernen lo que hay que discernir en donde fijaron la mirada; comprenden qué es verdaderamente la cosa que les fue señalada.
Las enseñanzas consideradas secretas se pueden proclamar por los caminos reales, seguirán siendo 'secretas' para los individuos de intelecto obtuso que no entenderán los discursos que se les dirigen y no captarán sino el sonido.
El secreto no depende del Maestro, sino de quien lo escucha. Un maestro no puede ser sino quien abre una puerta: pertenece al discípulo la capacidad de ver lo que está más allá de ella. Existen instructores capaces de discernir el grado de agudeza intelectual de aquellos que solicitan su enseñanza y reservan la exposición detallada de ciertas doctrinas únicamente a aquellos a quienes juzgan capaces de comprenderlas.
Así son comunicadas y se perpetúan las enseñanzas profundas transmitidas oralmente del maestro al estudiante desde hace muchas generaciones”.
Basta encaminar la atención de estos últimos, basta decirles: 'mire por ese lado, considere esto', y disciernen lo que hay que discernir en donde fijaron la mirada; comprenden qué es verdaderamente la cosa que les fue señalada.
Las enseñanzas consideradas secretas se pueden proclamar por los caminos reales, seguirán siendo 'secretas' para los individuos de intelecto obtuso que no entenderán los discursos que se les dirigen y no captarán sino el sonido.
El secreto no depende del Maestro, sino de quien lo escucha. Un maestro no puede ser sino quien abre una puerta: pertenece al discípulo la capacidad de ver lo que está más allá de ella. Existen instructores capaces de discernir el grado de agudeza intelectual de aquellos que solicitan su enseñanza y reservan la exposición detallada de ciertas doctrinas únicamente a aquellos a quienes juzgan capaces de comprenderlas.
Así son comunicadas y se perpetúan las enseñanzas profundas transmitidas oralmente del maestro al estudiante desde hace muchas generaciones”.
LAS ENSEÑANZAS SECRETAS DE LOS BUDDHISTAS TIBETANOS. LA VISTA PENETRANTE. Alexandra David-Neel. Kier
CAPITULO I
EL SECRETO
«Los labios de la sabiduría están cerrados, excepto para los oídos del entendimiento.»
«Cuando los oídos del estudiante están listos para oír, entonces vienen los labios a llenarlos con sabiduría.»
El Kybalion.
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1 comentario:
Excelente. Y ella sí que es fiable. :+
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