CAJÓN DE SASTRE DE UNA HORMIGA DISIDENTE







miércoles, 27 de enero de 2010

NO MIRARÉ NINGÚN ESPEJO EN SUEÑOS





Cuando de pequeña tenía pesadillas y llegaba a un punto que ni siquiera volando podía escapar al terror insoportable me decía a mí misma: “no me lo creo”. Me indignaba, me enfadaba y después: “ya no quiero seguir jugando”, y me despertaba.

Mas adelante, en la adolescencia, ante las tonterías angustiantes de sueños repetitivos o cansinos: “esto es absurdo, es un sueño, estoy segura y no me gusta así que o se cambia inmediatamente o yo me despierto”, y sucedía.

Después pasé una temporada solucionando cuestiones enrevesadas que se me presentaban noche tras noche y seguían ahí durante el día siguiente.

Últimamente me descubro totalmente lúcida en mis sueños. Soy consciente de que estoy soñando, no siento mi cuerpo y la sensación de “no cuerpo” es como una electricidad, como un escalofrío. Las primeras veces, al sentirlo me asustaba y me despertaba inmediatamente. Después de un tiempo conseguí seguir en el sueño sin despertar y comencé a experimentar. Quería probar si podía hacer cosas inverosímiles. En uno de ellos me acerqué a mi pareja y le dije “estamos en un sueño! Podemos hacer lo que queramos! Te das cuenta? ¡Lo que queramos!” Pero él parecía no darse cuenta, así que me acerqué y busqué en su pantalón esperando encontrar… no sé que cosa, supongo que algo diferente. Pero la emoción me despertó prematuramente.
Sigo experimentando. No avanzo mucho pero ya puedo controlar las actitudes de las personas que se cruzan en mis sueños. “Esa persona que se acerca me va a mirar, esa otra me sonreirá, esa de allí va a cambiar de dirección, la de allá se sentará en el suelo” Son momentos, muy cortos y siempre me despierta la intensa emoción que siento.
Lo que más me cuesta es moverme yo, no siento mi cuerpo igual y no lo controlo, tampoco puedo verme a mí misma, supongo que aún no estoy preparada para eso. ¿Quién está preparado para ver su propia imagen en sus sueños?

El subconsciente nos puede jugar una mala pasada.

No se porqué pienso en Dorian Grey.

No, de momento no miraré ningún espejo en sueños.


***


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5 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Qué maravilla, dominar los sueños...yo todavía no conseguí dimonar casi nada de mis realidades.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Me gustó mucho. Eso de dominar los sueños, de saber controlar las actitudes de las personas en ellos y, al final, el miedo a los espejos, el miedo a la belleza del cuerpo y a la ruindad del alma, como Oscar Wilde lo refejó en su Dorian Gray.

Qué contenta estoy de haber venido a este blog tuyo.

Un fuerte abrazo, Mercedes.

tula dijo...

...bueno, te diría que a lo mejor el "arte de ensoñar" de Carlos Castaneda" te sugiere algo, moverse en un sueño es cuestión de practica...pues es tan real como la vigilia.
un beso.

Eastriver dijo...

Me has dejado patitieso con esta entrada. Cosa más curiosa! Además lo explicas de una forma tan sugerente. Me hace pensar que sería un bonito tema para charlar porque hay tantas cosas, tantos detalles que me gustaría preguntarte. Se me ocurre, por ejemplo, qué es un sueño y qué no lo es. Quizá los estados alterados de conciencia, y el sueño lo es, sean una puerta en realidad. O probablemente puedas en algunos momentos confundir sueño con experiencia extracorpórea... glups, pensarás que es una tontería, o igual no lo piensas porque comienzo a conocerte poco a poco. Da igual... es posible que existan, ¿no crees? Quiero decir que estaría muy bien que continuaras contándonos tus experiencias, nos enriquecen y podemos compararlas con experiencias propias. Un gran abrazo muy paranormal, pero enormemente onírico y afectuoso, jeje.

Mercedes Thepinkant dijo...

Patitiesa me he quedado yo esta noche. La historia continua.
Gracias por los comentarios. Os mantendré informados, ahora no tengo tiempo.