Mural en la sede de las Naciones Unidas en NYC
La palabra que más veces se repite en el mural es “Amor”. Una buena razón tendrán todos los que piensan, a veces instintivamente, que el amor lo puede todo, que es la principal y única meta y la respuesta o solución a las guerras y a los sufrimientos incomprensibles que estas causan a la humanidad. El como hacerlo ya es otra historia. Mientras no se comprenda el verdadero significado de la palabra “Amor” nada puede hacerse. Nos gusta hablar del amor, nos gusta amar y ser amados pero eso es solo una parte muy superficial. El “Amor” con mayúsculas no implica nunca sufrimiento, ni egoísmo, ni condiciones. Es entrega, total y absoluta, es olvido de uno mismo, de sus necesidades y apegos. Si a duras penas se puede realizar eso con la pareja, ¿Cómo se va a poder hacer con el mundo entero? Tenemos mucho trabajo duro por delante todavía. Estamos simplemente empezando a vislumbrar que tenemos un problema.
El mural es un pequeño altavoz de los deseos y las buenas intenciones de gente de todo el mundo. Por algo se empieza, no nos quedemos ahí.
El amor es la llave que abre la puerta, y no la razón.
El mural es un pequeño altavoz de los deseos y las buenas intenciones de gente de todo el mundo. Por algo se empieza, no nos quedemos ahí.
El amor es la llave que abre la puerta, y no la razón.
MCD, Septiembre-09
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