Los momentos de sincronicidad se suceden cada vez con más frecuencia.
Se conectan con otros momentos, lejanos en el tiempo ordinario pero muy presentes aquí y ahora.
Se enfoca y se dirige el esfuerzo y ya no hay esfuerzo.
Se recuerda y se rememora.
¿Estoy leyendo, aprendiendo, practicando o recordando?
Las certezas se suceden. Los cabos se van atando.
Se desatan las dudas y el miedo desaparece.
No es felicidad ni es plenitud, aunque la produzca, no es nada que se pueda explicar con palabras. Es una sensación de continuidad, no, tampoco es eso.
Se conectan con otros momentos, lejanos en el tiempo ordinario pero muy presentes aquí y ahora.
Se enfoca y se dirige el esfuerzo y ya no hay esfuerzo.
Se recuerda y se rememora.
¿Estoy leyendo, aprendiendo, practicando o recordando?
Las certezas se suceden. Los cabos se van atando.
Se desatan las dudas y el miedo desaparece.
No es felicidad ni es plenitud, aunque la produzca, no es nada que se pueda explicar con palabras. Es una sensación de continuidad, no, tampoco es eso.
La continuidad no existe linealmente, es un espejismo.
Es la omnipresencia fuera del tiempo y del espacio.
Voy a entrar por la puerta. Este es un buen momento, el mejor.
Voy a entrar por la puerta. Este es un buen momento, el mejor.
Estoy preparada.
MCD-NOV-09
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1 comentario:
Hola Mercedes!... es lo Innombrable... y la paradoja de nuestra raza humana. El lenguaje es nuestro recurso y sin embargo es también el impedimento.
Cuando accedemos por la vía de la meditación o la creación u otras a ese otro estado de conciencia en donde el Ser es el Todo y el ego y los apegos desaparecen... ¡maravilloso y muy difícil!
Gracias por visitar La Cala,
Un abrazo fraterno!
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