LA BIBLIOTECA DE MI BARRIO
1-Derecho a no leer.
La libertad de escribir no debe ir acompañada del deber de leer. Se evitará considerar a priori cualquier individuo que no lee, un bruto potencial o un cretino contumaz.
2-El derecho a saltarse las páginas.
Uno puede saltarse perfectamente los párrafos, páginas o partes del libro que no le interesan.
3-El derecho a no terminar un libro.
Hay 36.000 motivos para abandonar una novela antes del final: la historia no interesa, sensación de haberla leído antes, no gusta el tema... ¿Un libro se nos cae de la mano? Que se caiga.
4-El derecho a releer.
Se puede releer simplemente por el placer de la repetición, la alegría del reencuentro.
5-El derecho a leer cualquier cosa
Se pueden leer malas novelas. A cierta edad pueden estimular el saludable vicio de la lectura.
6-El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual).
La satisfacción inmediata y exclusiva de las sensaciones. No porque una joven coleccione novelas rosa acabará tragándose una cuchara de arsénico.
7-El derecho a leer en cualquier lugar.
Un ejemplo vale mas que mil palabras: el soldado Fulano se presenta voluntario para limpiar las letrinas. Es un trabajo despreciable pero rápido. Un cuarto de hora de bayeta le permite leer las obras completas de Gógol.
8-El derecho a hojear.
Coger cualquier volumen de la biblioteca y hojearlo. Se puede abrir Proust, Shakespeare o Chandler por cualquier parte; seguro que proporciona cinco minutos interesantes.
9-El derecho a leer en voz alta.
Leer para uno mismo o para otros es un ejercicio estimulante.
10-El derecho a callarnos.
Absoluto derecho a no opinar sobre lo que se ha leído..
DANIEL PENNAC
La libertad de escribir no debe ir acompañada del deber de leer. Se evitará considerar a priori cualquier individuo que no lee, un bruto potencial o un cretino contumaz.
2-El derecho a saltarse las páginas.
Uno puede saltarse perfectamente los párrafos, páginas o partes del libro que no le interesan.
3-El derecho a no terminar un libro.
Hay 36.000 motivos para abandonar una novela antes del final: la historia no interesa, sensación de haberla leído antes, no gusta el tema... ¿Un libro se nos cae de la mano? Que se caiga.
4-El derecho a releer.
Se puede releer simplemente por el placer de la repetición, la alegría del reencuentro.
5-El derecho a leer cualquier cosa
Se pueden leer malas novelas. A cierta edad pueden estimular el saludable vicio de la lectura.
6-El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual).
La satisfacción inmediata y exclusiva de las sensaciones. No porque una joven coleccione novelas rosa acabará tragándose una cuchara de arsénico.
7-El derecho a leer en cualquier lugar.
Un ejemplo vale mas que mil palabras: el soldado Fulano se presenta voluntario para limpiar las letrinas. Es un trabajo despreciable pero rápido. Un cuarto de hora de bayeta le permite leer las obras completas de Gógol.
8-El derecho a hojear.
Coger cualquier volumen de la biblioteca y hojearlo. Se puede abrir Proust, Shakespeare o Chandler por cualquier parte; seguro que proporciona cinco minutos interesantes.
9-El derecho a leer en voz alta.
Leer para uno mismo o para otros es un ejercicio estimulante.
10-El derecho a callarnos.
Absoluto derecho a no opinar sobre lo que se ha leído..
DANIEL PENNAC
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